Castración de perras diabéticas

La producción de progesterona asociada con el estro o preñez tiende a resultar en inestabilidad de la diabetes.

En perras en condiciones de ser sometidas a cirugía, la esterilización o castración (ovariectomía u ovariohisterectomía) debe realizarse tan pronto como sea posible (es decir antes de comenzar el tratamiento con insulina) y suministrar terapia de fluidos endovenosa en el período perioperatorio.

Si la condición de un animal individual es crítica (deshidratación, anorexia, uremia, hiperglucemia severa y glucosuria) y la cirugía en forma inmediata está contraindicada, se debe comenzar la terapia de fluidos endovenosa y la administración de insulina para estabilizar al animal. Luego, la ovariohisterectomía o la ovariectomía debe realizarse tan pronto como el animal haya mejorado lo suficiente. El día de la cirugía, el ayuno pre-operatorio requerirá que se reduzca la dosis de insulina en aproximadamente un 30 %.

Luego de la cirugía, es necesario el control regular de la glucemia hasta que la perra esté estable.

La respuesta a la insulina por parte de los tejidos a menudo mejora luego de la castración y la demanda de insulina se reduce en consecuencia.

“Se recomienda que las perras diagnosticadas con diabetes sean castradas.”